Solemos visitar un libro con la paciencia de quien busca lo distinto no sólo para imaginar lo que no existe, sino para identificar en esas páginas lo que uno suele ser pero no reconoce, o no lo da por hecho porque no se logra identificar ese detonante sorpresivo, el cual muchas veces cambia nuestra percepción sobre algo. Hay otros lectores agudos, saben buscar lo que necesitan, quizás dentro de ellos la paciencia es un pretexto para suponer