(Ciudad de México, 1954). Poeta y ensayista. Trabaja en la revista ¿Cómo ves? y es una de las coordinadoras del portal-taller de escritura creativa en divulgación científica Cienciorama de la Dirección General de Divulgación Científica de la UNAM. Es autora de los libros de poesía Fatigarse entre fantasmas (Ediciones Toledo, 1991), Laanchura de la calle (Conaculta, col. Práctica Mortal, 1996), Una naranja en medio de la tarde (Libros del Umbral/ Pablo Boullosa, 2005); Tramas (Cálamos-INBA-Conaculta, 2007), El libro de Carlos (Ed. Juan Malasuerte, 2007), Ser y seguir siendo (editorial Textofilia 2013) y del libro de ensayos Inmersiones (Dirección General de Publicaciones, UNAM, 2009). Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de México.
POEMAS
¿Cuántas grandes ciudades ha habido
que las selvas borraron haciéndonos creer que no existieron?
Su verde es la extrañeza de haber sobrevivido,
es nuestra puntuación.
La gente de la selva sabe de lo que hablo,
quiere seguir oculta, permanecer ajena
al gran asesinato del planeta.
La naturaleza se la pasó sin mí la mayoría del tiempo
mis percepciones, si es que quedan,
serán como débiles marcas de un insecto.
Lo increíble es poder asomarse ya sin vértigo
al ser que soy ahora y verme de lejos
en un mar que se pierde,
ya no tengo mis ojos, son los del universo.
Vienen caminando juntos, son miles,
quieren que los veamos,
no pasar de noche como tantos
y que los asesinen.
Los vemos fatigarse y sufrir, también ser auxiliados.
Atraviesan un río para alcanzar la orilla
donde estamos supuestamente a salvo.
Los vemos avanzar en el espejo;
somos nosotros, los de siempre,
migrando y huyendo en el planeta
sin encontrar ese hogar ilusorio prometido.
En su fragilidad nos debatimos
mientras ellos avanzan tan sólo con sus cuerpos
que al igual que los nuestros se dirigen a un futuro incierto.
Si para ellos no lo hay, no lo hay para nosotros,
eso es lo que sabemos en el fondo,
nos lo dice el espejo.
Quizá la poesía sea una lengua única
que se habla en cada idioma,
y sea la conciencia elemental del animal que somos,
un animal que juega con palabras.
Quizá la falta de poesía en cada uno
sea también motivo de catástrofes,
de frías decisiones de matar,
de no ser semejantes,
de no pisar el suelo como lugar común.
Eduardo Hurtado
agosto 2, 2019Estupendos los poemas de Alicia García Bergua!! Claros y prifundos, como un agua limpia…