Poesía,

«Esto es la ciudad», poemas inéditos de Marvin S. García

Marvin S. García

(Quetzaltenango, Guatemala  1982). Poeta, posee una licenciatura en Gestión Cultural de origen maya k´iche´. Es director y fundador de la asociación Metáfora, Metáfora Editores y del Festival Internacional de poesía de Quetzaltenango. Ha publicado los libros de poesía: “no somos los mismos” (Catafixia Editorial, Guatemala, 2011), Solamente el cielo (vueltegato editores, Guatemala, 2012), el tiempo no se vende (Editorial de la Universidad de Costa Rica y Casa de poesía, Costa Rica, 2014), las raíces de la nostalgia (Editorial Cultura, Guatemala 2017), y el hábito de buscar la ternura (Editorial de la Universidad de Costa RIca, 2018).


*
Hay tanta ciudad
tantas casas
y ni un pedazo de tierra
ni un sólo cimiento
ni un sólo ladrillo
ni una puerta
ni una ventana
me pertenece
tanta ciudad
y yo
desterrado
abandonado
con la única herencia:
el silencio
amontonado en este cuerpo
que algún día
también dejará de ser mío

*
Aquí hace miles de años
había un lago
la geografía era otra
imagine este valle cubierto de agua
azul, remolino, brisa
Imagine al sol brillando
en medio del silencio
el reflejo de las montañas meciéndose
y las olas golpeando las piedras

Ahora sobre la ciudad
se arrastra como fantasma
el estruendo de los carros
y el de la gente
que corre a todos lados
la ciudad es como todas las ciudades del mundo
ajena
mezquina
llena de recuerdos
de ayeres
de muertos y vivos
de árboles que no aguantaron
el golpe del tiempo
y el de la modernidad
la ciudad es como un perro adolorido

*
Amanece y hace frío
desaparece la ciudad
entre la neblina
todos caminan abrigados y con prisa
los niños juegan con el vapor que escapa de sus bocas
y los pájaros caen muertos
sobre la hierba congelada
sus cuerpos ahora son
semillas

*
Esta es la ciudad
desbordada de tristeza
donde los poetas
son niños que juegan torpemente con las palabras
esta es la ciudad
llena de frases
que hablan
de una revolución que no llegó
esto es lo que pasa
en esta ciudad aburrida
que presume su pasado
como quien habla
de lo que no existe

*
Alguien muere
es domingo
y en el parque
las palomas alzan el vuelo
y desde el cielo dicen adiós
con la resignación
de aquellos que ven llegar la ausencia

*
Soñé que la ciudad
amanecía luminosa
que la profunda sensación
de abandono desaparecía
soñé
que había un hombre y una mujer
tomados de la mano
abrí bien mis ojos y estaba parado
frente a la puerta de una casa
que había visto antes
el sol era sofocante
como si el verano se hubiese adelantado
y entonces la ciudad ya no era una ciudad
sino un pájaro atrapado
entre las ramas del pasado
que hizo que mis ojos
escaparan del sueño
entonces desperté abruptamente

contemplen esta triste historia
que se teje todos los días
contemplen la ciudad
la asfixia y su tranquilidad
contemplen
las casas de adobe
los adoquines rotos
las montañas
los cables enredados
y el ciclo de las cosas
contemplen cómo todo se apaga con la tarde

*
Quetzaltenango es un dolor
que he llevado sobre la espalda
¡Ay mi Quetzaltenango!
te he fallado
he dejado atrás el sueño de cambiarte
a los veinte años uno quiere rescatar el mundo
despertar del perezoso letargo
que significa entregar la vida a la normalidad
pero la juventud y esos sueños pasan
y no se puede
entonces uno se convierte en el ave solitaria y triste
a la que le teníamos miedo
ahora la incertidumbre ha hecho su nido en mi corazón
nadie se atreve a cortar la maleza que ahoga a las flores
todos los caminos conducen a la muerte
todos los caminos de esta Quetzaltenango a la que tanto amo y odio
conducen a la tristeza.

*
Si fuera posible
ya todos te hubiéramos abandonado
estaríamos en otros lugares
hablando del pasado
con el alivio que hay en aquello que al fin se deja
pero de ti no se puede huir
y aquí estamos
aguantando
la difícil carga de una vida normal
somos tus hijos
los olvidados
los atados a tu historia
somos como tus edificios
que se desmoronan
entre el desamparo y la indiferencia

*
He vuelto al exilio
me dirijo a aquello que no existe
una casa
a la falsa calma de estar vivo
a las promesas que no se cumplirán
le digo adiós a la gente que quise
y a los amigos que fingieron su cercanía
le digo adiós
al recuerdo de mi padre abrazándome
antes de marcharse
a los fantasmas que caminan
por las calles de esta ciudad
que abandoné y me abandonó
me alejo de todas aquellas
cosas que se convirtieron en tatuajes
digo adiós
a las ausencias
al sueño que perdí entre el ruido de esta
mi Quetzaltenango

Esta es la profecía:

llegará el tiempo en el que la ternura
habitará también
en el caos
llegará la palabra que fue dicha
y cabalgará por las calles
que abandonamos sin poner resistencia
llegará el miedo
y tendrá la figura de un pájaro
y con el miedo vendrá la muerte
y entre sus gélidas manos
traerá un puñado de tierra
que guardará dentro de nosotros
y en ese puñado sembraremos
el asombro
y la memoria
de estos días extrañamente
hermosos.

¿En dónde quedarán nuestros cuerpos cuando llegue?

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