Yo no te extraño,
porque te vivo en mis memorias.
Te respiro en mis sueños,
me sos dulce hasta en la ausencia.
Te amo en la distancia
porque alguien como vos,
no se va nunca.
No verte no es perderte,
no tocarte no es olvidarte.
Es vivirte entre el recuerdo.
y saborear tu esencia.
Verte en cambio,
es un golpe de realidad
es descubrirme frágil.
Tenerte o no es sólo percepción
Sos mía y no lo sos
Soy de ti y no lo soy
Como el ave al cielo y el calor al sol
Pero te vibro cuando no estas,
y estas porque lo deseo.
Te imagino sólo para mientras,
y te despido por si acaso.
.
.
Amuleto
De pronto entre el caos y el humo
cobijada por la sombra
de los enormes muros
de esta jungla gris
que me bebe a sorbos
y atrapa mis huellas
dejando mis pasos
fundidos en sus aceras.
Viene a mí el incesante
deseo de hablarte
otra vez
una última vez
una nueva vez
no es que aún te ame
sólo es el rastro de tus memorias
que amordazan mi corazón
dejándome otra vez sin latidos
como ha ocurrido
desde que no estás
desde que estás
tan fuera
tan allá
tan sin mi
tan vacío
aunque no lo sepas
estás también
vacío de ti
porque al partir
robe un trozo de tu alma.
para amarrármelo al cuello
junto a la vena aorta
para que la sangre
no me deje de arder
otra vez
una vez más
una nueva vez.
.
.
Te leen
pero no te conocen.
Te leen
pero no te descifran.
Te leen
pero sólo yo te veo.
Te oyen
pero no saben de tu voz.
Te oyen
pero no saben de tu nombre.
Te oyen
pero sólo yo te escucho.
Como una alucinación
Como una burla perturbadora.
Sólo existes porque quiero.
(Chiquimula, Guatemala, 1993). Mestiza, activista y gestora cultural, feminista y diversa. Escribir es su manera de habitarse y honrar su existencia.