Nacido en Perú y afincado en Salamanca, España, Alfredo Pérez Alencart es un poeta cuya patria es el idioma. Crítico, promotor, editor, organizador de todo lo que sea literario, es un hombre dedicado a la escritura de diversas maneras. Sus poemas son, igualmente, reflexiones constantes sobre el acto de escribir y de habitar el mundo. Tenemos el enorme gusto de presentar al público lector de Carruaje de pájaros estos poemas llenos de la experiencia de extranjería, pero también de pertenencia en la humanidad, en la palabra, que siempre le pertenece a los poetas como Alfredo Pérez Alencart.
Manuel Iris
LOS ÉXODOS, LOS EXILIOS
(Fragmentos)
I.
………………………¡Cuidado!, ¡no te confundas!
………………………Tener una casa no significa tener una patria.
Una casa, y luego nada,
o la ruda necesidad de partir pegado a tu sombra,
trocado en ruinas todo cuanto tenías,
errante por suelos sin color, por campos resecos
redoblándote la agonía.
Tormenta y más tormenta en el otro existir
al que eres lanzado, cerca
de ningún lado de lo tuyo, roto el cordón umbilical
por un inesperado amanecer:
exhausto,
desfalleciente cuando tus pies pasan puentes
y luego no hay reclinatorios
donde sollozar a cuentagotas o soltar vagidos de niño
u hombre enternecido.
No preguntes qué es la patria, porque sagradas
son la respuestas y pocos saben lo suficiente
de ése tembloroso suelo que muchos tamborilean
de fiesta en fiesta.
………………………Tocarán a tu puerta, y será la señal
………………………y no habrá ocasión para elegir.
Una casa, y luego nada, aunque invoques dos veces
con labios limpios
y alces tu lámpara con mansedumbre.
………………………Irás a patria ajena
………………………y callarás,
………………………y aprenderás
………………………como huérfano sin heredad.
.
V.
¡Oriéntese la brújula
……………y destápese su arcón de imágenes!
……………¿Dónde quedará el lugar para otra existencia?
……………Vidas y siglos han pasado.
Internamientos y expulsiones vendrán.
Pero alguien visita a gente suya que vive en otra patria
y comprende hasta la última lágrima.
Comprende que el basto alboroto es pirotecnia
y que este puente de oro se puede caer, y que cuando
por aquí se palidezca, allí mirarán de costado.
Por eso la intención profunda y las manos en cuenco.
Por eso el mensaje resplandeciente.
……………¡Dóblense los arpones!
……………¡Acondiciónense propiedades deshabitadas!
……………¡Acábense disputas tribales!
Migrar no hacia el eclipse
sino donde las abejas alzan novedosos panales:
una distancia
y otra, y otra más hasta llegar en medio del pueblo
o la ciudad, lagrimeando de verdad
porque así es el juego de la vida, salir caminando
bajo soles de magnesio,
bracear hasta que llegue el crepúsculo,
desarraigarse por el pan creyéndose
golondrina.
……………Se recuerda cuando se aterriza.
……………Se recuerda cuando se cruzan las aduanas.
……………Se recuerda.
……………Se…
……………¡No fajarse con los exhaustos!
.
VI.
Enflaqueció la bonanza. ¿Te quedas o regresas?
……………¿Qué noticias tienes de tu aldea?
……………¿Qué contrapunto darás a esta flama indecisa?
En tu mirada silba el fuego y lo atractivo de otro mapa,
de otro rumbo apenas mensurable.
En tu mirada se engullen puertos y aeropuertos.
En tu mirada prosigue su marcha el diario ensamble
a la tierra que te has ganado.
En tu mirada coinciden dudas a degüello.
……………La ciudad almacena mil cuchillos
pero también benevolencias removiendo corazones,
damas y caballeros que por ti caen de rodillas…
……………Se abrevan lontananzas borrascosas.
……………Se atisban guardias encubiertos.
……………Se redoblan los himnos irrenunciables.
……………Se desvelan las lanzas invertidas.
……………Esperas otra ocasión,
a que se transfigure la mañana si vislumbras cercana
la gracia, corpulenta para hacerte hermano
luego del bautizo, poniendo la cabeza dentro del río,
empuñando una paloma ahíta de realidad.
A su tiempo, hoy tienes confianza
……………en la pura combustión
……………del espíritu, en la carne que no aguarda el instante
……………de tu partida. Migrante: tú no serás víctima
……………de rayos o espasmos que tallan epitafios;
……………a ti no alcanzarán cámaras boreales
……………donde podrías desaparecer…
……………¡Bórrense las letras de leyes impías!
.
VII.
……………Caminos. Desvelos.
……………Oh vida del extranjero que se acuesta solo. Marcha
de una patria que no es suya a otra tierra ajena.
Visceral mueca de la memoria, migraciones gritándole
sus miedos, orándole con la mano en el pecho;
oh desgraciado a quien tampoco ahora mismo nadie espera.
¡Enseña
tus riquezas acumuladas: esa tristeza de ser pobre;
ese gesto de prestar tu candil las noches sin luna;
esos brazos que leñan árboles para el frío de enero;
esos labios que no mienten!…
……………Te vas. La situación lo exige.
……………De nuevo intentas localizar tu Tierra prometida.
Quieres únicamente lo que puede ser tuyo,
pero eso está al otro lado y llueve
y la ventisca se esfuerza en frenar tu avance
y los truenos revientan sobre tu sombra,
y los rayos delatan tus pasos furtivos de necesidad extrema.
……………Sólo conozco tu soledad, extranjero.
……………Tu soledad y tu migrancia
viajando hasta mi corazón, asidos al sentido
de las cosas,
ovillándose en la noche, temblando
en el invierno que no se aquieta
ni un instante.
Extranjero, tú no eres historia sino reproche,
a pesar de tu debilidad…
……………¡Viéndote se engañan los autóctonos,
……………creyéndose dueños de una casa
……………que pronto bien puede ya no ser suya!
.
XII.
Dicen los errantes:
“¿Qué nativos nos hospedarán viéndonos en andrajos
y sabiéndonos carne de exilio?
……………Vivíamos lejos de estos hombres, tratábamos de huir
de sus tentaciones, de sus pisadas apresuradas…
……………… Nos sentábamos en grandes mesas…
……………¡Ay, vamos por antiquísimas tierras, en diáspora rodando genuflexiones, pero el horizonte sigue desierto,
sin puertas que nos restituyan al centro de la humanidad!
Memoria de abandonos somos, memoria de reencuentros
somos: ahora estamos en confines sospechosos
donde los perros ladran a la gran lechuza
y a los jóvenes lamedores de cenizas.
……………Henos aquí,
en algún sitio del mundo,
sintiendo que ya perdimos nuestra propia tierra,
pero no las instrucciones, pero no al mendigo que viene atrás,
incansable en su oficio de lavar nuestros pies.
……………Así se dilatan los siglos,
aunque nos denieguen la petición de asilo.
Así saltan los huesos de las urnas y la carne húmeda del bautismo:
convalecemos por desangres, por cadenas oxidadas,
por naufragios en plena llanura.
……………Crece la extorsión.
……………Crece el despojo de quienes ya poco teníamos.
……………Crece la incredulidad a manos llenas.
……………Crece otra frontera que no derrite nuestras esperanzas”.
.
XIX.
Tus orígenes; los suyos…
……………Ellos lamentándose en la diáspora…
……………Tristeza sobre tristeza por muchos días
……………con un ojo en el destino y otro en los guardianes,
……………huyendo de cosas vanas, entregando sus posesiones
……………para caminar ligeros por la tierra.
¿Todavía no habéis visto a los que salieron?
¿Acaso los retrasó una gran nevada?
……………Sus orígenes; los tuyos… bifurcaciones
en la dispersión, palpando muros como ciegos,
sin defensor que les ampare,
resbalándonos en la desesperanza.
……………¿Es que ni espada ni látigo impide vuestra marcha?
……………Primero es la necesidad; luego la ley y el consejo;
luego el examen de perfección entre los dedos
de lo eterno poniendo a prueba.
……………¡Dadme nuevas de los que salieron!
.
XXIV.
Eres el regresante,
……………el mortal que llega cruzando fronteras
……………como los rayos el cielo.
……………Varias migraciones te siguen con sus ojos invisibles
por si a tu paso renacieran semillas
en pueblos otrora abandonados.
…………………………Tus ancestros sí tenían lugar,
…………………………pero una sal
…………………………y otra y otra sal
…………………………fue secando sus anhelos…
Esa vez fue hace mucho. El éxodo estaba gestándose
para siempre.
Te siguen, te sostienen, te levantan sus dedos índices
……………para que no te mortifique la nostalgia
……………ni la ventisca borre sus promesas en estas jornadas,
……………vida tras vida dragando la creación entera.
…………………………Vuelves por el camino de al lado.
…………………………Vuelves patria arriba
…………………………hasta que alguien responda por ti
…………………………y destruya las verjas,
…………………………las estatuas.
……………Eres el regresante sin propiedades ni ahorros,
desahuciado por el tiempo loco, susurrando parábolas
bajo vientos huracanados mientras perros bestiales
ladran cada tarde desapacible.
En la arena escribes tus plegarias
……………y caminas para cruzar una tierra de centauros,
……………sabedor que los siglos acumulan venganzas
……………sobre tus huesos.
¿Cuándo fue que te olvidaste de la realidad
y cuándo de la revelación?
……………Yéndote sin cerrar los ojos;
……………yéndote con el cuerpo cansado;
……………yéndote para volver en un mismo giro;
……………yéndome sin el último amén;
……………yéndote con igual sed que al principio…
Eres el regresante
y estás de viaje hasta que madure la tierra de todos.
(Puerto Maldonado, Perú, 1962). Poeta peruano-español y profesor de la Universidad de Salamanca desde 1987. Fue secretario de la Cátedra de Poética Fray Luis de León de la Universidad Pontificia de Salamanca (entre 1992 y 1998), y es director, desde 1998, de los Encuentros de Poetas Iberoamericanos, que organiza la Fundación Salamanca Ciudad de Cultura y Saberes. Poemarios suyos publicados son: La voluntad enhechizada (2001); Madre Selva (2002); Ofrendas al tercer hijo de Amparo Bidon (2003); Pájaros bajo la piel del alma (2006); Hombres trabajando (2007); Cristo del Alma (2009); Estación de las tormentas (2009); Savia de las Antípodas (2009); Aquí hago justicia (2010); Cartografía de las revelaciones (2011); Margens de um mundo ou Mosaico Lusitano (2011); Prontuario de Infinito (2012); La piedra en la lengua (2013); Memorial de Tierraverde (2014); Los éxodos, los exilios (2015), El pie en el estribo (2016); Ante el mar, callé (2017) y Barro del Paraíso (2919). Su poesía ha sido parcialmente traducida a 50 idiomas y ha recibido, por el conjunto de su obra, el Premio Internacional de Poesía Vicente Gerbasi (Venezuela, 2009), el Premio Jorge Guillén de Poesía (España, 2012), el Premio Humberto Peregrino (Brasil, 2015), el premio Andrés Quintanilla Buey (España, 2017) y la Medalla Mihai Eminescu (Rumanía, 2017), entre otros.