Claro que habría preferido que el Caralampio se casara con alguna de aquí, una vecina, ya de menos una conocida. Así hubiera hecho aquí su vida sin tener que irse lejos sólo porque ella se lo pidió. Se habría quedado aquí, conmigo y capaz que todavía estaría vivo. Y si no por lo menos lo habríamos despedido como corresponde.Caralampio se llamó así en honor al santo patrono del pueblo. Los dos nacieron el mismo día entonces no lo dudé ni tantito. Eso sí, de santo él no