Genes (is)
Para David Granados, el Ruso
He de reconocer que te aprendí algunas cosas.
Por ejemplo:
que no se puede huir
sin descuidar alguno de nuestros órganos.
Que la noche no se cansa de buscar nuestros defectos.
Te aprendí algunos trucos
hasta convertirme en un mal trazo de tu mano.
Que siempre hay algo por reparar en casa,
una tubería
un enchufe
alguna llave
una grieta que incomode a la vista.
Que el poema surge en el polvo de los retratos.
Y al contemplar
aquella grieta que delinea tu nombre,
Las tuberías
los enchufes
las goteras de la casa
me incomodan estas horas,
así como incomoda mi rostro sumergido
frente al espejo ennegrecido del recuerdo.
.
Traición
Tal vez, escribir este poema
sea una traición.
Terminé siendo el náufrago
que incendió su nave
para alumbrar la noche.
.
47
Pareciera una obviedad
plantar un pie después del otro,
sentarme en la orilla de la cama y extender
los brazos simulando una victoria.
Pero no estoy subiendo sudoroso una escalera en Filadelfia.
No se oye la guitarra sucia de Eye of tiger,
no tengo frente a mí la pelea del siglo.
Lo que sí tengo es un lavabo y un espejo.
Un cepillo y la pasta de dientes,
el café previo al desayuno.
Una lista de reuniones por cancelar.
Quisiera tener la memoria del poema.
Su arrojo al saber que duele más lo que se olvida.
Pero el día transcurre y se despoja
de todo intento de escritura.
Quizás ya llegué a la cima de mi ruta,
y sólo queda plantar un pie después del otro,
sentarme a la orilla de la cama.
Extender los brazos y simular cada día una victoria
como aquel que encuentra tan sólo
el monumento gastado de su nombre
al final de una escalera.
(Monterrey, Nuevo León. 1974). Escritor emergente. Ha sido publicado en dos ocasiones por la editorial Canto del Libro. Ha asistido a varios talleres literarios y algunos de sus cuentos y poemas han sido publicados en varios sitios web. Tiene una librería online especializada en editoriales independientes.