Héctor es un lector que no pregona el discurso exaltado y congestionado del sabihondo, renuncia a esa camisa de fuerza y propone libertades lectoras, que al igual que él cedamos al viaje propuesto por los libros y los móviles inesperados: las citas literarias, las canciones inolvidables, los caminos que se entrecruzan. Libertades que apuestan por la generosidad y la memoria.