He retornado de la muerte. Si, de esa muerte donde la vida desaparece: la del fallecimiento. Soy el único en haberlo logrado, o al menos, el primero en conseguirlo. Sin embargo, mi mujer se ha quedado con Ella o en Ella. También, es mi deber decirles, que el encuentro con Dios fue una expiación: Él tiene un inconveniente existencial.