Autor

César Trujillo

César Trujillo (Yajalón, Chiapas, México, 1979). Licenciado en Lengua y Literatura Hispanoamericana y Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública. Ha publicado los poemarios Laberintos, Donde termina el país de las maravillas, De corazones y cardiopatías, Bitácora del capitán Francisco de Ulloa, Evocación de la infancia, Al amor también lo devoró la luz y La casa que fuimos. Parte de su obra está antologada en Tratado Mesoamericano de Libre Poética: Ecos Náhuatl Honduras-México Tomo 1, Un manojo de lirios para el retorno, 8º Carruaje de Pájaros, Plexoamérica. Poesía y gráfica Chiapas-Chile, Universo poético de Chiapas, La piedra del fuego y Los líquidos abismos. Su obra ha merecido el Premio Nacional de Poesía Timón de Plata 2014, el Premio Nacional de Poesía Rodulfo Figueroa 2017, el Premio Municipal de Poesía Juegos Florales San Marcos Tuxtla 2019 y el Premio Nacional de Poesía Ydalio Huerta Escalante 2019. Actualmente es Director de Publicaciones del Consejo Estatal para las Culturas y las Artes de Chiapas.

Artículos,

¡Hasta siempre, querido Hugo!

Conocí a Hugo Montaño allá por el 2002. Yo hurgaba en los estantes de la hoy extinta librería La Ceiba, en el corazón de Tuxtla Gutiérrez, y cotejaba los precios para ver qué se ajustaba a mi presupuesto de estudiante, mientras un hombre alto, con mochila en la espalda, leía las cuartas de forros de una serie de libros acomodados en una mesita sobre un mantel verde. Éramos pocos en ese espacio en donde la tarde comenzaba a caer. De un morral de café, que mi padre me había regalado en diciembre, asomaba un libro que había sacado a préstamo de la biblioteca de la Facultad de Humanidades de la UNACH, donde entonces yo estudiaba.

Reseñas,

La heráldica del hambre, breve mirada

En la búsqueda de la verdad, el hombre entreteje sus propios laberintos. Algunos, tan hermosamente monstruosos, nos relatan historias de amor sujetadas, apenas, por una madeja de hilos. Otros, tan incomprensibles, se encumbran en el vacío que anida en nuestros corazones y plasman la aridez de los desiertos que, en ocasiones, somos; de la arena que se mece con cada tormenta y muestra nuestra hambre de amar y ser amados. En La Heráldica del Hambre, poemario ganador del Premio Nacional de Poesía Ydalio Huerta Escalante 2016, el poeta Sergio Pérez Torres guía al lector por uno de sus tantos deseos: el amor.

Narrativa,

Una Margarita deshojada

“Eran las dos de la mañana cuando Augusto llegó hecho un guiñapo. Apenas y podía sostenerse. Tocó el timbre. Mis hijos –Laura y Ernesto- y yo lo recostamos en el sofá de la sala. Habíamos estado llamándole para avisar que su madre se había puesto mal y que el médico había dicho que era muy probable no pasara la noche. Nunca contestó”, cuenta Margarita con una sonrisa que muestra cierto dolor, mientras arrodillada acomoda flores y enciende una vela en el panteón municipal de Tuxtla Gutiérrez, la capital de Chiapas, en México.

Reseñas,

Diario de Yoni Paz, un breve acercamiento*

El poeta se reinventa asiduamente. En cada verso reescribe su historia y la de los otros. Se enamora de la vida y se enamora del amor; muere en cada página o vive en cada personaje que reinventa como buscando, a tientas quizá, la inmortalidad. Escribe una metáfora y de ella, deconstruye el instante y como señalaba el gran poeta alemán Rainer Maria Rilke, muere su propia muerte como la semilla negra que vive ya inmersa siempre dentro de nosotros.

Reseñas,

Apuntes: acercamiento al muro y las ventanas del poema

Un pájaro vivía en mí.
Una flor viajaba en mi sangre.
Mi corazón era un violín.
Juan Gelman

Desde hace un tiempo los poetas escribimos en un muro. No como el de Berlín que cayó en noviembre o como el de la frontera norte desde donde Donald Trump nos amenaza y los centroamericanos seguimos viajando en busca del sueño americano; no como el de Los Lamentos, herencia del

Reseñas,

El abrazo contrario, una breve mirada

A veces sueño que me expando
y ondulo como una llanura, sereno y sin miedo, y más grande
que los más grandes. Yo soy entonces
toda la arena, todo el vasto fondo marino.
Fragmento del poema “El lenguado”, de José Watanabe