(Guadalajara, Jalisco, 1979). Estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Autónoma de Guadalajara. En mayo de 2019 publicó su primer libro de poesía, Tu rostro sin ti (Acento Editores). Ha colaborado con poemas para algunas revistas digitales de literatura (la más reciente fue El Guardatextos).
Poemas incluidos en el libro Tu rostro sin ti
HÁBITO MALSANO
Hay un peso que oprime
un miedo cercano
atrapado en la entrepierna
de este tiempo huidizo
en vuelo de escarabajos y luciérnagas.
Afiladas palabras como afilados los vientos
que atraviesan corazones cautivos
saturados de distancia.
Sentir el vértigo de la incertidumbre
clavarle forzadas sonrisas a la apatía del estar
estrangular horas con un pensamiento cíclico
y verter gotas del ser en frágiles recipientes
es un mal hábito que apuesta
por la permanencia inquisitiva.
Y no es el silencio punzante o el ruido atroz
es la triste lejanía de lo que alguna vez
se sintió tan cercano
………………..tan mío
tan de nosotros.
.
LA FAENA
Tu hermetismo es una faena a la que no me acostumbro:
…………………………me desangro en el ruedo de tus rencores.
Antifaz de víctima o victimario
¿quién lo sabrá?
¡Nos dolemos tanto!
Es ese afán de creer en los reencuentros
en tu cuerpo hablado por mi cuerpo
desde otro cuerpo sin tu cuerpo
que me tiene aquí rendido
pero estás lejos
………………..muy lejos de mí
desligada y ahora ajena
atrozmente clavada en la hondura
de este vacío huérfano que me dejaste.
Me duele pensarte a la hora de las evocaciones nocturnas
sangro por dentro cuando te miro sin mirarme por fuera
y tus recuerdos alados se vuelven cuervos insurrectos
sobrevolando esta soledad reseca de hálitos y tintas.
Así pretendiste cerrar el telón
de nuestro final fatídico
siendo víctima y verdugo
suicida y homicida
amante y enemiga
guardiana de la necedad
consagrada al manco rencor
que te posee.
—Aún me arde en el pensamiento —le respondo a tu recuerdo cuando me pregunta por tu cuerpo.
Y tus besos
gráciles palomas acurrucadas en mis labios
ahora no son más que buitres picoteando mi carne
o lo que sea que quede con vida de mi muerte.
.
INTERMITENCIA DE PIELES
Somos una oscura ráfaga de palabras
abandonadas a la orilla del diálogo
que se anidan en los oídos del invierno
desabrigado de pájaros y opulentos follajes.
Entre los sueños y el despertar ausente
hay un sobresalto de presencias
sombras intrusas que sin cautela ni reparo
deambulan por mi habitación insomne.
Somos intermitencia de pieles
en plena sucesión de imágenes.
A veces no puedo dormir o duermo a tientas
y cuando por fin despierto me doy cuenta
que se me ha caído el corazón al suelo
a causa de algún mal sueño que navegó por mi sangre.
Entonces recuerdo aquellos días
y mi piel se llena de salobre abandono.