Amanece
El tiempo se deslíe de sí
más allá de los objetos
Luz fría
El alba está llena de peces
la red del pensamiento
………………………………llena de trinos
algunos escapan por el aire
El bosque:
árboles de instantes en el verde
y de pronto el hombre
que recorre este paisaje
: elabora su resumen de huellas
..escribe su memoria de espumas en la nada
.Solsticio
.
Las flores del solsticio
florecen al vacío
Vicente Huidobro
El mundo se mueve
bajo la palabra vertical
La luz viaja años luz de las sílabas
fuga convertida en nombre luminoso
Plenitud de la energía
cuando el día se toma de las manos
Luz continental
………………..blanco
doblemente presenciado en tus ojos
………………..Istmo
………………..tu mirada (puente invisible)
……………………donde nazco y naciendo
……………………….camino en el vacío
MIS OBSESIONES me guían hacia la sutil z que en la médula del sonido abre la geometría, las memorias de la intuición. Las sílabas —esas islas afortunadas— son las joyas que en el desorden, en la oscuridad donde se mueve el pensamiento, velan, se configuran: no existen, ni siquiera entre las palabras que se forman (lotos de la nada) y sobre las cuales se erigen nuestras ruinas. Días. Día a día sostenemos lo que no somos, eso que alguna vez imaginamos y en las muelas de la noche yace como un vegetal largamente cubierto por el mar y su paciencia de siglos
……………………..Hablo más allá del océano de segundos sobre el cual mi nombre navega si nombre y si minutos —la línea del tiempo sólo está en la arruga más temprana de la frente, la que surgió del espejo, cuando los mitos desmitificaron la verdad: el ser que se contempla sin reflejo….. Eco de reflejos somos de un destello solo. No se crea. De veras no. Se transforma lo que a nuestros ojos es herrumbre, lenguaje antiguo que nos habla desde sus falsas imágenes: polvo que desde la memoria contempla sus huellas en la fértil tierra del presente.
(de “Expresión de fuego” —Mantis Editores, 2007—)
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DEJARTE con la convicción de quien deja ir de sus manos la explosión, el fuego antiguo, el roce inolvidable del origen que no se va, se está yendo siempre ¿a dónde? Despedirse sin fin, el adiós perpetuo que nos llama de frente, y en la nuca te respira igual que el aire y las olas golpean, se van. Y mejor lo dejas ir porque se va el ave que de la nada se elevó, no está ya, más que en la memoria. El sueño sólo entrega migajas para quien pide recordar, para quien evoca reflejos
Mejor la flama que te toca, el río que te besa, aunque también se vayan y te vayas, se vienen juntos en la noche duradera, bajo la totalidad del día: barcas paralelas que desaparecen con el segundo, fluyen con el tiempo o se consumen como astros desvelados, cansados de arder. Sin embargo queman. El incendio en la memoria se contempla desde aquí, se sorbe en el café, se penetra en tu cuerpo que nunca es mío, porque nadie posee nada más que el goce total, pleno de mirar, darse cuenta que incesantemente caemos o subimos en la espiral donde todo danza y es, donde todo arde y es. Donde todo se expande y está siendo
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Fábula
Cuidar una planta le es tan ajeno
como el amor de los orientales después del té
Él mira las manos que se abren y derraman sobre el verde
los sueños del agua, únicos en esta inmensidad
Ella despliega un manantial que sonríe
Él, a falta de labio o caricia, lanza dos palabras papalotes
: uno se enreda en el anhelo de una hoja ignorada antes
el otro se vuelve acorde, pájaro anidado en el oído
El momento, esta isla donde la voz le es insuficiente
para tocarla en su blancura, en sus ojos de todo el azul prometido
Ninguno sabe si la planta es una imagen que ha escapado
de una memoria donde ella cultiva puentes como besos
donde él es un pez, recuerdo que se mueve ágil
definitivo en la corriente que regala el secreto / las manos
que depositan los sueños de la luz en cada hoja
en cada ojo lleno de agua donde es tacto
¿Qué es una planta, una palabra que se dice o toca?
Él se pregunta desde la peña más alta del deseo
Ella responde con la indiferencia de una diosa
de una planta en el centro de la visión
a ella, el acto
donde el verde se levanta y amanece
Él, un fuego cada vez más abandonado
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BUSCO la ruta hacia el sacrificio: la grieta por donde el pecho libere color y aves. Que me abran de tajo …..Así la luz parte el abismo; así tu beso la noche
Busco el fragmento, ese único, visible en el silencio: isla donde convergemos y somos infinitos –alimento de nosotros mismos, árboles de nuestra propia sombra: ahí donde eres fruto, a veces grieta o animal de la oscuridad que anega, éste mi secreto reino….. Tu rostro fulge –no es la primera vez que lo digo– y es el día que dentro de mi frente despierta. Mis manos te ofrecen la piedra que palpita, el tambor ardiente que retumba al final de cada túnel, ¿lo escuchas tras la piel? ¿Lo sientes en el leve temblor que mi cuerpo entrega al tacto?
Una canción, una gota de agua en los labios mientras subo al templo: los recuerdos se agolpan en océano cuando el cuchillo y la ruptura se presienten. Soy azul, así han marcado mi cuerpo, he dejado de ser el jaguar que acecha, el sol sangriento que ágil, entre los árboles se mueve….. Soy la voz / deseo que busca la rendija, la breve grieta por donde tu mano entre, y me arranque
(de “Donde el tacto” —ICA, 2011; Mantis Editores, Écrits des Forges, 2015—)
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SE TRATA de prender la maleza: siente en las lenguas que surgen con violencia la palabra que dé un nuevo sentido. Mira cómo las llamas toman posesión de la casa, ¿distingues la belleza en el avance irreversible? …..Certeza de la devastación: su rostro te mira de frente y pregunta si puedes sostener la mirada, cuánto….. Categoriza el fuego que se mueve, encierra el incendio; defínelo, mi amigo, ánimo: sé que las categorías y las definiciones son tu deleite, encontrar una metáfora que exprese lo que es. Para mí, la imagen que mejor lo diga será la mano chamuscada, tu humanidad disolviéndose en inconfundible tufo
…………………………Se trata de lo que no se nombra, sacar hilo por hebra
la gastada sombra de esa piedra que en tu pecho palpita, hasta llegar al puro filamento
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: el rojo que nombra lo que en la quemadura nace
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¿Counter?
a Gonzalo Arthur
El peleador que débil de piernas, contra las cuerdas, busca la grieta por dónde asestar el golpe que lo salve del dolor, no piensa en la victoria, nada más lejano que eso: un gancho en el hígado revela ciertas cosas
Sí, eso es: soy quien imagina el golpe que lo salve
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Abducido en sí
Tengo la sensación de haber tenido en noches recientes
sueños vastos y complejos como días
De la trama nada conservo: texturas, el olor que une
un momento con otro
Nada –El que nada en sí al final
nada tiene
Ese soy
Pero dentro algo sucede
Lo sé por el agotamiento que siento en la vigilia
Ni físico ni mental
La imposibilidad, más bien, de escribir algo
que exude esencia alguna
Una palabra que sobreviva
Mas, como oculto lamento de cetáceo, una línea
escucho, mientras paladeo el trago de vino cargado
de su roja verdad
La poesía es la forma más precaria del sueño
Ahora comprendo
: recordar un mundo es suficiente
Alguna vez, magia y realidad eran una sola naturaleza
Esta mañana, escupido por la violenta resaca
de la noche
me sé anfibio
(de “Fuego a voluntad” —Instituto Municipal de Cultura, 2018; Mantis Editores, 2020—)
Fernando Carrera
1983, Guadalajara, México. Es autor de los libros de poesía Expresión de fuego (Mantis Editores-Sec. de Cultura de Jalisco, 2007), Donde el tacto (ICA-Conaculta, 2011; Là où le toucher / Donde el tacto segunda edición, bilingüe, Mantis Editores-Écrits des Forges-Sec. de Cultura de Jalisco, 2015) y Fuego a voluntad (Instituto Municipal de Cultura de Toluca, 2018; Fire of Volition / Fuego a voluntad segunda edición, bilingüe, Mantis Editores, 2020). Recibió el Premio Nal. de Poesía Horacio Zúñiga de los Juegos Florales Nacionales de Toluca 2017 y el Premio Nacional de Literatura Joven Salvador Gallardo Dávalos 2010. Recibió menciones honoríficas en el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén 2009 y en el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2006. Becario del Programa de estímulo a la creación y al desarrollo artístico (PECDA) del Conaculta y la Sec. de Cultura de Jalisco en 2008-2009 y en 2010-2011. Ha sido publicado en diversas antologías y en medios impresos y electrónicos a nivel nacional, entre otras: Letras Libres, Revista de la Universidad de México, Revista Crítica, Confabulario-suplemento literario del Periódico El Universal, Periódico de poesía de la UNAM, Revista Armas y Letras, Revista Tierra Adentro, Revista Punto de partida, Revista Luvina, Suplemento La Jornada semanal; en publicaciones de Estados Unidos tales como The International Poetry Review, Osiris Poetry Review, Latin American Literature Today entre otras; y en publicaciones de Chile, Italia, Suecia, España, India, Grecia, Turquía, Eslovenia, Albania y Bangladesh, entre otros. Libros y poemas de su autoría han sido traducidos al francés, inglés, italiano, ruso, turco, griego, esloveno y albanés. Como traductor han sido publicadas sus versiones al español de textos de Malcolm Lowry, Glorjana Veber, Ravi Shankar, Hwang Ji-woo, entre otros.